La acción de sus miembros estuvo limitada por sucesivas luchas por el
poder. Con este gobierno, los morenistas lograron neutralizar a sus
adversarios, pero las luchas internas y la amenaza de una invasión del Brasil minaron su poder.
A principios de octubre llegó a la capital la noticia de que,
contrariando las órdenes del Triunvirato, Belgrano había enfrentado la
invasión realista en la batalla de Tucumán, logrando una importante victoria. Esta noticia derrumbó el prestigio que podría haber mantenido el Triunvirato.
José de San Martín, conjuntamente con los miembros de la Logia
Lautaro y la Sociedad Patriótica coincidieron en privilegiar la
organización del Ejército Libertador
y la declaración de la Independencia. La logia intentó llegar al poder
apoyando la candidatura de Monteagudo en la renovación de los
triunviros, estipulada para octubre de 1812. El Triunvirato logró el
rechazo de Monteagudo y la elección de Pedro Medrano, allegado de Rivadavia, asegurando la continuidad de su política.
Al ver cerrado el camino al gobierno, la logia movilizó a las tropas, ocupando la Plaza de Mayo en la madrugada del 8 de octubre, con las tropas del Regimiento de Granaderos a Caballo bajo el mando de San Martín, y el Batallón de Arribeños al mando de Ocampo. Por su parte, la Sociedad Patriótica recurrió a las peticiones públicas y a la movilización de vecinos.
Después de ciertas vacilaciones, renunció el gobierno y el cabildo constituyó un Segundo Triunvirato, que estaba en sintonía con la Logia Lautaro. La elección fue ratificada por el pueblo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario